Mujer con pelo muy rizado mirándose las puntas del cabello

8 malos hábitos que dañan el cabello

¿Sabe exactamente qué hábitos dañan el cabello? Con la llegada del otoño puede que observe una mayor pérdida de pelo. Esta caída estacional es, hasta cierto punto, normal. Sin embargo, existen una serie de hábitos que pueden hacer que sea todavía más intensa.

Índice


  1. Hábitos que dañan el cabello
  2. Deja que tu pelo brille con luz propia

Hábitos que dañan el cabello

Aunque existen tratamientos revitalizantes, debe ser consciente de que diferentes costumbres ya consideradas normales pueden llegar a deteriorar el pelo de manera notable. El agua caliente daña el cabello, por ejemplo. También usar un producto inadecuado, o abusar de las decoloraciones.

Como resultado de una serie de hábitos de los que abusamos de manera frecuente, el pelo se vuelve opaco y quebradizo. Veamos con más detalle cuáles son esas costumbres a eliminar de la rutina capilar diaria para conseguir una melena sana y radiante.

1. Lavarlo con agua muy caliente

Usar agua muy caliente es una de esas cosas que daña el cabello sin darnos cuenta, especialmente en las puntas, más propensas a volverse quebradizas o engancharse con la cutícula de otros cabellos. La progresión de las puntas abiertas es exponencial: cuantas más se tienen, más daños pueden provocar en los cabellos circundantes,

Las altas temperaturas pueden desembocar en dos problemas distintos: por un lado encrespan la cutícula, y, por otro, debilitan el folículo piloso y dañan la raíz del pelo. El agua caliente, además, puede alterar la producción normal de sebo y dar lugar a caspa y a un exceso de sequedad en el cuero cabelludo.

Lo ideal es lavar el cabello alternando agua tibia y fría, y evitar duchas o baños muy calientes cuando no nos lavamos la cabeza. Además, una sola enjabonada debería ser suficiente.

2. El uso excesivo de elementos de calor

hábito que daña el cabello: usar planchas y secadores

Siguiendo con el tema de calor, veamos ahora qué pasa con las herramientas que lo aplican directamente sobre la cutícula.

Planchas, rizadores y secadores a altas temperaturas queman el cabello, o más concretamente, la cutícula protectora del mismo. Usadas de manera continua, este tipo de herramientas hacen que el pelo se vuela seco, quebradizo y sin vida.

Si no se puede evitar su uso por completo, lo mejor es intentar espaciarlas lo máximo posible, y siempre utilizar productos protectores del calor para seguir manteniendo la melena en condiciones óptimas.

3. Abusar de tintes

Ya se apliquen en casa o en la peluquería, en mayor o menor medida todos los tintes dañan el cabello. Es aconsejable optar siempre por aquellos que no contienen amoníaco en su formulación. No le será difícil encontrarlos, ya que cada vez son más las marcas que se apuntan a la moda del tinte sin amoníaco. Aún así, y a pesar de que son menos agresivos, no es conveniente usarlos más de 1 vez al mes.

En cuanto a las decoloraciones, se trata de un proceso químico más agresivo que el tinte. la decoloración es un paso previo necesario para personas con cabello oscuro que quieren aplicar tinte a su pelo. La melanina en el cabello (el pigmento que le da su color natural) debe eliminarse por completo para crear un «lienzo en blanco», similar al que poseen de forma natural las personas con cabello rubio.

En el proceso de decolorado, el pelo se vuelve extremadamente poroso, haciéndolo más vulnerable a cualquier factor externo. No es aconsejable someterse a una decoloración total de la melena más de 4 veces al año. De hacerlo, póngase siempre en manos de un profesional.

4. Exponerse al sol

Si ha vuelto de las vacaciones y se ha encontrado con que las puntas presentan un aspecto mucho peor que antes de irse, no se extrañe. Una exposición prolongada al sol afecta al aspecto y al crecimiento de la melena. Los rayos ultravioleta deterioran el cabello, especialmente la zona más vulnerable: las puntas.

Es aconsejable proteger el cabello del sol utilizando sombreros, gorras o un spray protector capilar. Al finalizar el verano notará un deterioro mínimo en el cabello.

5. Períodos continuados de estrés

¿Últimamente nota que se le cae el pelo más de lo normal? Si lleva un ritmo de vida muy acelerado y tiene mil cosas en mente (los niños, la casa, el trabajo, etc.) el estrés podría ser la causa de una intensa caída.

Si es así, no se alarme. De todos los tipos de caída del cabello éste es uno de los que tiene más fácil explicación, y solución. En períodos de estrés, el ciclo natural de vida del pelo se acelera, y muchos de los cabellos entran en fase de desprendimiento (telógena) antes de lo que deberían. Aunque puede resultar alarmante, esta caída es totalmente reversible ya que no afecta al folículo piloso: éste sigue estando igual de sano, y producirá nuevos cabellos con normalidad.

La solución: relajarse. Intente encontrar una actividad que le ayude a poner el estrés bajo control, e incorpórela a su rutina diaria de forma regular. Yoga, running, meditación, un nuevo hobby… Su cabello volverá a ser el que era en cuanto recupere un estilo de vida tranquilo y sin demasiadas preocupaciones.

También puede recurrir a complementos alimenticios como la levadura de cerveza, que regula el sistema nervioso y nutre el pelo desde el interior.

6. Peinados tirantes

mujer sujetando una coleta con goma elástica

No es un secreto, una cola de caballo demasiado tirante puede provocar caída por efecto de la tracción. Si le encanta llevar el pelo recogido, pruebe a no tensar tanto el cabello e intente elegir este tipo de peinado en ocasiones puntuales y no a diario.

Entre los peinados que más perjudican la salud capilar se encuentran los siguientes:

  • Las trenzas hechas desde la raíz
  • Las extensiones
  • El moño tipo bailarina
  • La tradicional coleta

7. Un lavado con productos inadecuados

Hoy en día existe una gran variedad de productos entre los que elegir. Fíjese en que los ingredientes sean naturales, sin sulfatos ni siliconas, y que respete el pH del cuero cabelludo.

Por otra parte, le recomendamos usar acondicionador después de cada lavado. No solo dará más brillo y suavidad, sino que facilitará el posterior peinado y protegerá el cabello de las agresiones externas, evitando que se debilite en exceso.

8. Recogerse el pelo cuando está húmedo

Si es de las que se hacen una coleta nada más lavarse el pelo, es preferible que lo deje suelto hasta que se seque por completo. Parece un hábito inofensivo, pero puede dar lugar a una serie de problemas capilares difíciles de solucionar: el pelo húmedo es más susceptible a la rotura, por lo que una coleta mojada puede terminar dañando el pelo de medios a puntas sin que nos demos cuenta.

Deje que su pelo brille con luz propia

En definitiva, evitar lo que daña el cabello resulta sencillo. Ahora que ya sabe qué es lo que no debe hacer para causar un menor deterioro en la estructura capilar, es hora de dejar que su pelo se vea saludable y con brillo con la adquisición de nuevos hábitos.

Lave el pelo con agua tibia, use las planchas de manera ocasional, elija bien champú y acondicionador, use el tinte con moderación, evite peinados demasiado tirantes y recogerlo en mojado y, sobre todo, no se expongas al estrés.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es la alimentación. Incluya en su dieta diaria alimentos ricos en vitaminas A, E y zinc como pistachos, marisco, verduras de hoja verde, aguacate, salmón, etc. Si es constante, en pocos meses verá tu cabellera con más cuerpo y fuerza.